Pues al final va a ser que no os gusta nada, eh.
Valerian es una historia sencilla, una aventura maja con la que pasar un buen rato. Es la típica película que te pones una tarde y te lo pasas en grande. Pero, ¿qué es lo que diferencia entonces a 'Valerian' de una películilla cutre de domingo por la tarde? Su mundo. Desde el minuto uno, Luc Besson nos presenta conceptos e ideas increíbles de una manera muy natural, dejándote claro como funcionan las cosas aquí.
La primera mitad de la película es excepcional. Todo funciona a la perfección. Tiene ritmo, personalidad, color,... Te enamoras del mundo que ves, simplemente. La historia es sencilla, sí, pero funciona como un tiro y es solo una "excusa" para hacerte viajar por situaciones y paisajes increíbles.
Valerian y Laureline también funcionan como protagonistas, y os engañaría si no dijera que me caen bien. Empatizas con ellos y al final de la película incluso te puedes llegar a encariñar. Y lo mejor es que hay secundarios que molan. Molan lo justo, pero molan. Por ejemplo, el papel de Rihanna es genial.
En fin, me alegra mucho que Luc Besson haya podido hacer la película que "siempre había querido hacer" (o eso dice) y si la gente no le quiere dar ni una oportunidad, aquí estaré yo para dársela.
P.D: Aún así me parece mal que no se haya titulado 'Valerian y Laureline', cuando ella mola bastante más que él.
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