(Esta
review tiene spoilers, no continúes leyendo si no has visto la
película)
Hace
ya bastantes años que dejamos al CapitánSparrow atrás, allí donde
las sirenas cantan y se escuchan los cuentos del famoso pirata
Barbanegra. Aunque su última aventura no fue gloriosa en absoluto,
todos creímos que era su final...hasta que los muertos volvieron del
fondo del océano buscando venganza.
Poniendo
el argumento como algo simple queda así: “Un capitán español fue
vencido por Jack Sparrow en sus años mozos y acabó siendo un mito
poseído por una maldición. Ahora, con sed de venganza, busca a
Sparrow para acabar con él de una vez por todas.”
Al
comienzo, como introducción, ya podemos ver de que irá la película
y a uno de los mejores de esta. Henry Turner, hijo del antiguo
compañero de Jack Sparrow, quiero encontrar al pirata para que le
ayude a conseguir el Tridente de Poseidón, con el que podrá liberar
a su padre de la maldición a la que fue sometido.
Tras
esto, nos transportamos nueve años más tarde, dónde un Jack
Sparrow caído en desgracia intenta robar un banco con la ayuda de
su tripulación. Toda la escena del robo es Piratas del Caribe. Esa
sensación, esa banda sonora, esa sonrisa mientras ves a la
tripulación haciendo una locura en la que solo creerían ellos. Eso
es esta saga.
Y
puede que ahí resida el problema, en que no captan la esencia
durante todo el metraje. 'Piratas del Caribe' es diversión, épica,
deshonor entre piratas y picardía. No hace falta irse a grandes
mitos de los 7 Mares, hace falta respetar a los personajes. Todo
esto, lo hacen a medias. De hecho, por todo esto que he dicho, Henry
Turner ha sido de lo que más me ha gustado de la película.
El
pequeño Turner no solo tiene claras sus ideas y motivaciones, sino
que las va a llevar a cabo cueste lo que cueste. Tiene un trasfondo,
un motivo y una explicación, algo de lo que carece Sparrow. Sí,
quiere salvarse del Capitán Salazar, pero nada más. Y eso no es
bueno.
Hace
unas semanas leí en Twitter que la 'gracia' de Piratas del Caribe
era que, mientras que la historia principal giraba en torno a unos
protagonistas, teníamos a Jack Sparrow haciendo sus locuras que no
podían salir bien, hasta que salían. Sparrow era un borracho, pero
inteligente. Alguien con buenas ideas en las que nadie confiaba, y
que es eso se había perdido. Y puede que tenga razón.
En
esta película Jack es simplemente un borracho que se salva gracias a
otros o al simple destino, no gracias a su 'as en la manga'. Me da
pena, sinceramente, porque pasa de ser un gran pirata a un bufón
para el público. La película no entiende al personaje, hasta que
llega un momento:
Rodeado
de tiburones fantasma, con la tripulación de Salazar a unos metros
de él y una pierna atrapada en un bote, volvemos a ver a ese Jack
que tanto queremos. Con un rápido movimiento de cuerda, el pirata
engancha a dos de los tiburones con un extremo y el bote con otro.
Entonces estos salen disparados hasta Henry, quién se encuentra
nadando indefenso, haciendo que el bote y Jack salgan a toda
velocidad por el mar. Ahí vemos a Jack Sparrow en todo su esplendor,
y es de lo mejor del filme.
Para
terminar, vamos al mayor spoilers: Karina es la hija de Barbossa y
este, en un heroico acto, muere. Os voy a hablar de esta escena
porque me parece un final más que digno para el personaje. Barbossa
ya no tenía nada más que ofrecer. Es un personaje que me encanta y
con el que me lo he pasado genial, y si posición en la cuarta parte
me encantó, pero aquí ya veía signos de agotamiento, pero han
sabido cortarlo de la mejor forma posible. En su última misión,
como capitán de la Perla Negra, volviendo a ver a su hija y salvando
los mares en los que quería gobernar nos despedimos de él. Hasta
siempre, Capitán Barbossa.
En
resumen, 'Piratas del Caribe: La Venganza de Salazar' no es una
película redonda, pero es cierto que se acerca más a la trilogía
original que a 'En mareas misteriosas' y eso es buena señal. No es
la mejor secuela ni la película que queríamos, pero se esfuerza en
conseguirlo y te hace pasar un genial rato. Yo, personalmente, la he
disfrutado mucho -aunque ahora, releyendo este texto, parece que no-
y tengo ganas de la siguiente, si es que hay.
Como
siempre, es un placer que me leáis, así que si os gusta esto,
podéis seguirme en otros sitios por los que suelo estar: Twitter y
Letterbox.
Hasta
la próxima, amigos.
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